lunes, 13 de marzo de 2017

“Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”

como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Mateo 20:28

Hay tanta gente que vive para trabajar y no para disfrutar verdaderamente de la vida como Dios manda. Personas que se jactan de sus trabajos con el fin de acumular y acumular bienes para ellos mismos, cuando allá afuera hay gente que necesita ayuda, que tan solo hace falta una mano para ayudar a levantar a alguien que está en necesidad. No nos afanemos demasiado por estas cosas del mundo, por la simple razón de que el día de mañana, Dios no lo quiera y te llama ante su presencia, que tengas que dejar este mundo físico para siempre… ¿De qué ha servido acumular tantas riquezas, si jamás las supiste compartir con los demás? ¿Acaso cuando uno muere, nos llevaremos algo de este mundo físico? Verdad que no, entonces, de que sirve aferrarse tanto a nuestros trabajos y vivir a duras penas sin poder tener un momento de paz y tranquilidad.

Creo que, si Dios nos bendice con un trabajo, lo mejor es que solo hagamos lo que realmente amamos hacer, para que nos vaya bien en esta vida.

Todo mundo dice: ¡Hay mucha pobreza, qué tristeza… ojalá el gobierno hiciera algo…! Pero ni siquiera somos capaces de regalar algo a la persona que está a nuestro alrededor, decirle:, tenga, no es mucho, pero de mi corazón nace obsequiarle esto. No somos capaces de donar una prenda al que lo necesita, y mucho menos somos capaces de darle un vaso de agua al que lo pide, entonces, tampoco seremos capaces de dar una palabra de aliento al quebrantado de corazón, la palabra de Dios, que es amor, amor para todo aquel que lo necesita en su alma.

En serio es muy triste ver a la gente ignorar a personas que están en necesidad tratando de buscar algo para comer, o pidiendo algo; se nos hace más fácil mirar hacia otro lado antes que mirarlos a ellos y tan siquiera regalarles una sonrisa, en lugar de ponerles malas caras, ¿acaso no sabes que todos ellos estarán muy cerca de Dios cuando él los llame?, por la humildad que hay en sus corazones, en cambio nosotros, avaros y egoístas no tendremos nada de parte de Dios si seguimos con esta actitud. Dios no lo quiera y el día de mañana a alguno de nosotros nos alcanza la desgracia de quedarnos sin un peso, de quedarnos sin un techo donde refugiarnos, ¿Qué sentirías tú si estuvieras en esa situación? Si tu estuvieras en las calles como a los que ignoras y los que insultas ¿acaso te gustaría que la gente te ignorara cuando tu pidieras un pedazo de pan? O ¿te gustaría que todos te miraran con asco solo por ser pobre? La verdad es que a mí sí me daría más tristeza ver que la gente me ignorara cuando yo tratara de pedir ayuda.

QUIZA EL DIA DE HOY NO NECESITES AYUDA DE NINGUN TIPO, PERO ALGUN DIA NECESITARAS DE ALGUIEN, Y ESE ALGUIEN NO ESTARÁ AHÍ PARA AYUDARTE… porque todo lo que se hace, tanto para bien como para mal SE PAGA Y CON CRECES. Si el día de hoy no supimos ayudar a nuestro prójimo, mañana nadie nos dará una mano que nos ayude a levantarnos.

Si uno no da el ejemplo, nadie hace algo por sí mismos. Este mundo está tan acostumbrado a SOLO RECIBIR Y RECIBIR, pero nadie nos enseña a DAR SIN ESCATIMAR. Seamos diferentes, ya basta de quedarnos mirando como si los demás no valieran lo mismo que nosotros, ya basta de hacer a un lado a la gente que nos necesita.

El mundo nos mira como si estuviéramos haciendo LO PEOR, cuando a la acción de robar o matar lo miran como algo que va y viene (como ALGO COMUN); pero si alguno mira a una persona ayudando a otro, ENSEGUIDA COMIENZAN A BURLARSE DE EL O ELLA. 

Es momento de ayudar, aunque sea con poquito, DA CONFORME A LA MEDIDA DE TU CORAZON… con eso será suficiente, y ten por seguro, que el día en que tú llegues a necesitar algo, Dios te bendecirá por haber DADO SIN ESCATIMAR, POR HABER DADO CON EL CORAZON… PORQUE CON LA MEDIDA QUE DES, ASÍ RECIBIRÁS.

No limites tu bendición, bendice a otros con lo que Dios te ha bendecido a ti y veras como lo tuyo prosperara, así como también estarás poniendo en PRÁCTICA el verdadero amor de Dios en tu vida.

“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. 2 Corintios 9:7, 8


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